martes, 17 de octubre de 2006

 

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Si Supiéramos…… El Verdadero Valor de un Sacerdote.
Si Supiéramos… que un sacerdote hace más falta que un Rey, que un Militar, que un Banquero, más que un Medico, más que un Maestro; porque solo él puede reemplazar a todos y ninguno puede remplazarlo a él.

Si Supiéramos.. que nuestro Señor Jesucristo, en la Ultima Cena, realizó un milagro mas grande aún que la Creación del Universo, y fue el de convertir el pan y el vino en su cuerpo y su sangre, para poder alimentar al mundo; y que este portento ante el cual se arrodillan tanto Ángeles como humanos….. Puede repetirlo día a día, solamente un sacerdote.

Si Supiéramos…. Que ninguno de los Ángeles ni de los Arcángeles preferidos de Dios, ni siquiera su Santísima Madre la Virgen, puede hacer lo que puede hacer un sacerdote.

Si Supiéramos…. Que existen otros milagros que nuevamente solo el sacerdote puede realizar; perdonar los pecados en el Nombre de Dios. Porque desde el fondo de su humilde confesionario, lo que el sacerdote perdona o deje de perdonar; en ese mismo instante en el Cielo, Dios, obligado por su propia Palabra, lo ata y lo desata.

Si Supiéramos…. Que es gracias a los Sacerdotes, que la humanidad se redime, y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan de cada día con ese cuerpo y esa sangre Redentora.

Si Supiéramos… Que solo los Sacerdotes evitan que la Humanidad muera en la peor desolación, si llagara a faltarles ese poquito de pan y ese poquito de vino.

Si Supiéramos… que cuando un Sacerdote celebra ante el altar, no es un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que esta ahí, repitiendo el mayor Milagro de Dios.
Si Supiéramos… el inmenso respeto y veneración que todas las culturas y todos los Pueblos han tenido siempre por sus Sacerdotes. Y que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba y oraba porque de su seno brotase como una vara de nardo un Sacerdote, que enorgulleciera a su familia y la colmara de Bendiciones.

Si Supiéramos… que cuando un Padre o una Madre, obstruyen o desalientan la vocación SACERDOTAL DE SU Hijo, es como si renunciaran a un titulo de Nobleza Inigualable. Es como si cometieran un crimen imperdonable ante la humanidad y es como si traicionaran nuevamente a Cristo impidiendo que se haga su voluntad a costa de la suya.

Si Supiéramos… Que cuando escasean las Vocaciones Sacerdotales, se conmueve los cielos, porque las manos de Dios no tienen suficientes ayudas para sujetar la tierra. Hay hambre y sed de Dios, las almas piden pan de Vida, y no hay quien se los dé. Piden las abluciones de sus culpas y no hay quien los absuelva, y muchos mueren en medio de la oscuridad y el temor.

Si Supiéramos… que cuando ayudamos a construir o mantener un Seminario, que es más que una escuela, un Hospital o que una Iglesia; ayudamos también a multiplicar los nacimientos del redentor. Y cuando ayudamos a costear los estudios de un Seminarista, estamos allanando el camino por donde ha de llegar al altar un hombre, que durante medía hora, cada día, será mucho más que todos los Santos del Cielo. Será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.

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